domingo, 11 de enero de 2015

Evgen Bavcar: fotografiando desde la oscuridad

"En verdad los fotógrafos tradicionales son los que están un poco ciegos a causa del continuo bombardeo de imágenes que reciben constantemente. Yo, a veces les pregunto qué es lo que ven, y, sin embargo, les cuesta trabajo contármelo. Les resulta muy difícil encontrar imágenes genuinas, fuera de los clichés. Es el mundo que está ciego: hay imágenes de más, una especie de polución. Nadie puede ver nada. Es preciso atravesarlas para encontrar la verdaderas imágenes."

Evgen Bavcar, fotógrafo ciego, nacido en la antigua Yugoslavia en 1946














Nace en un pueblo esloveno, cerca de Venecia y debido a dos accidentes consecutivos, pierde totalmente la vista a la edad de once años. Su primera fotografía la toma a los dieciséis, para retratar a la mujer de la que estaba enamorado.

Su método para fotografiar, es colocarse la cámara a la altura de la boca y guiarse de sus manos y las voces de los retratados. 

















































Bavcar sostiene que su fotografía nace de la penumbra, que su hoja en blanco en realidad es negra, como una cámara oscura. "No veo imágenes y sin embargo hago imágenes" dice, porque él fotografía lo que imagina, se trata de la creación de una imagen mental.

Fotografías mentales probablemente más certeras que las que proponía Louis Darget en 1896 con su Photo de la pensée, a base de poner placas fotográfica en la frente. 



















O las que proponía mucho más tarde Ted Serios en el siglo XX años sesenta, las psicografías. Aseguraba que podía proyectar imágenes sobre la película fotográfica. Sentado en la habitación de hotel, en el que trabajaba como camarero, enfoca su rostro con un cámara Polaroïd. Se dispara el flash y el doctor Jule Eisenbud (psquiatra interesado en las creaciones de Ted) inmediatamente coge la cámara y extrae por detrás la fotografía. En ella en lugar del rostro de Serios, aparece la inconfundible imagen de un edificio.













































Hotel Hilton de Denver, 11 de marzo de 1965

Sin entrar a debatir la autenticidad de las imágenes anteriores, ya que como bien dice Joan Fontcuberta en El Beso de Judas "toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera". Estas ficciones parecen conectar con lo intuitivo, con lo inconsciente, con lo onírico. Fotografiar representaciones internas de realidades externas.




















Y como en un sueño, donde se producen caprichosas mutaciones de imágenes encadenadas, termino el post con fotografías del libro "Postais dun sono", de Ruth Thorne Thomsen, autora de la que prometo hablar en otra ocasión.



2 comentarios:

  1. Xenia. No dejes de compartir todo lo que sabes y tus opiniones personales con nosotros :-) Me ha encantado, conocía a este autor.

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