domingo, 8 de febrero de 2015

Boris Mikhailov, el metafotógrafo

Boris Andreïevitch Mikhaïlov, fotógrafo ucraniano, (25 de Agosto de 1938, Kharkov, Ucrania). Formado en sus orígenes como ingeniero técnico, a la edad de 28 años a finales de los sesenta, es expulsado por la KGB de la fábrica donde trabajaba, al encontrar durante una inspección en su domicilio fotografías de desnudos de su mujer. Desde entonces se dedica por entero a su pasión por la imagen. Una pasión que lo ha convertido, sin duda, en uno de los artistas más prolíficos de la extinta Unión Soviética. Cuarenta y cinco años de incesante trabajo que le han permitido retratar mejor que nadie, la realidad socio-política que ha ido desarrollándose en su país, ya sea dentro del comunismo o capitalismo.






















Autorretrato de Boris Mikhaïlov, Berlin, 2004


La suya era una visión diferente frente a los tópicos y la imagen autorizada. Inicialmente de carácter marginal y difusión minoritaria, su obra acabó por obtener un gran reconocimiento tanto en Occidente como en los antiguos países del Este a partir de los noventa. 

 Autor que ha explorado lo social a través de lo privado, generando nuevas dimensiones a través del contenido y no de la forma. Con esa no sintonía de la imagen perfecta para atraer al espectador hacia otro mundo, dotando a las fotografías de una cierta metafísica.


Como su trabajo es tan extenso, destacaré tan solo algunos de sus proyectos que me parecen imprescindibles: 

-En primer lugar Red Series (1968-1975), documenta los slogans y símbolos de la Unión Soviética utilizando como hilo conductor el color rojo (como haría posteriormente Paul Graham con el azul en A1 the Great North Road).





























-Snobbism Crimean, mediados de los 70, proyecto con una gran carga poética, a través de un triángulo amoroso formado por dos hombres y una mujer (entre ellos el propio Mikhailov), habla de sus pensamientos sobre la amistad y el amor.






























-Uno de sus trabajos más interesantes es Yesterday's sandwich, 1960-1970, doble exposición de diapositivas que le permite generar una doble realidad y cargar las imágenes de potentes y múltiples contenidos.









































-Salt Lake, 1986, justo después del incidente de Chernóbil, ese verano realiza un proyecto en unas zonas de baño de agua salada, al lado de tubos de desagüe en una zona altamente industrializada en Slavjansk.




















-Dos series que se complementan, en las que usa de forma maravillosa el formato panorámico: By The Ground 1991, en un tono virado al marrón evocando la tierra, muestra como la gente lucha por una vida digna y At Dusk 1993 en un tono virado al azul (cielo), describe la vida en la calle de la nueva Ucrania Capitalista como si fuese una guerra para sobrevivir.




























En At Dusk a su vez está recordando su evacuación a los Urales cuando era niño, durante la ocupación alemana.

https://www.youtube.com/watch?v=MZlsiO2BH8M

Y por último uno de sus trabajos más reconocidos y desgarradores, Case History, década de los noventa, Mikhailov explora la caída de la URSS focalizándose en las consecuencias humanas y para ello se centra en la vida de los vagabundos. Más de 500 fotografía de la serie Case History muestran la situación de personas sin hogar, que tras la caída de la Unión Soviética, no fueron capaces de agarrarse a un sistema que no entendían y no contaba con ellos. De una manera clara Mikhailov centra su crítica contra la hipócrita belleza del levantamiento post-soviético dentro del capitalismo salvaje que allí se instauró.




























En una entrevista del 2011 con motivo de una restrospectiva de su obra en el MOMA, respondió con un lacónico "documentary cannot be truth" cuando le preguntaron su opinión acerca de quienes dudaban del carácter documental de sus imágenes, habida cuenta de que él no oculta que paga a sus modelos. Con esto pretendía destacar también la manipulación del hombre por dinero (como hace a su vez más tarde Santiago Sierra) en el nuevo contexto económico social.

¿Y dejan de ser sus imágenes menos veraces por ello? ¿O tal vez todo lo contrario? ¿Debe uno esconderse para mostrar la realidad? Mikhailov nos muestra a sus modelos de una forma cruda, a menudo incomoda, con intención de que nos sacuda, se aleja de este modo del documentalismo esteriotipado y tal vez edulcorado a nivel estético para generar una reacción en el espectador.

Teniendo presente el actual conflicto en Ucrania y la crisis del sistema capitalista que azota Europa con el crecimiento galopante de la desigualdad y el desmantelamiento del Estado del Bienestar, parece más necesario que nunca revisar a fondo la obra de este autor.

Os dejo con un enlace para que veáis con calma Case History:

https://www.youtube.com/watch?v=5X59Fv6L_dk




lunes, 19 de enero de 2015

Miroslav Tichy y Josep Pujiula, dos tarzanes del arte.

El término arte marginal fue acuñado por el crítico de arte Roger Cardinal en 1972 trasladando al inglés el concepto de Art Brut concebido por el artista francés Jean Dubuffet para describir el arte creado fuera de los límites de la cultura oficial.
El artista marginal es por tanto aquel que desarrolla su labor creativa sin contacto alguno con las instituciones artísticas establecidas, respondiendo a una fuerte motivación intrínseca y haciendo uso frecuentemente de materiales y técnicas inéditos. 
Una gran parte del arte marginal refleja estados mentales extremos, idiosincrasias particulares o elaborados mundos de fantasía. Dubuffet afirmaba que todos llevamos un potencial creativo que las normas sociales actuales anulan.

Esto se observa en las creaciones de personas que se mantienen al margen de la sociedad, tales como: internos de hospitales psiquiátricos, autodidactas, solitarios, inadaptados o ancianos.

Miroslav Tichy o más conocido como el fotógrafo vagabundo. Nació el 20 de noviembre de 1926 y murió el 12 de abril del 2011, a los 84 años. Pasó su infancia en Kyjov hasta que tras la segunda guerra Mundial comenzó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Praga. No obstante  acabó abandonando su formación por ideas opuestas a los planteamientos artísticos del progresismo comunista.


















Se convirtió durante décadas en un vagabundo e indigente, considerado por la policía de Checoslovaquia como un enfermo mental, pasando por numerosos psiquiátricos y prisiones.

Tras dedicar sus esfuerzos a la pintura, ser desalojado de su casa y haber perdido su obra, en la década de 1960 se construyó con materiales de desecho una cámara fotográfica, dedicándose desde entonces a realizar retratos de mujeres que luego revelaba de manera descuidada y sobre los más variados materiales. 






















"Yo no existo, no existo para nada, soy una herramienta, una herramienta de percepción quizás", dice Tichy. Una percepción aparentemente naïf y sin embargo mucho más profunda. Recorre las calles de su pueblo natal fotografiando gestos femeninos, dispara unas 100 fotografías diarias. 
"El pensamiento es tan abstracto y la fotografía es algo concreto. Fotografía es percepción, los ojos, lo que ves y pasa tan rápido que casi no vemos nada en absoluto. El mundo de todos modos no es más que una aparición, una ilusión."

























































"Cuando tomo fotografías no pienso en nada, ya no tomo lo que pienso o siento en serio. Es solo un juego..."


































En la década de 2000 fue descubierto por el crítico de arte contemporáneo, Harald Szeemann, desde entonces se organizan numerosas exposiciones y empieza a gozar de gran prestigio, mostrándose su trabajo en Frankfurt, Zurich, Colonia, París (Centro Pompidou), Nueva York... Pero Tichý nunca quiso ver ninguna de estas exposiciones ni aceptó más fuente de ingresos que su casi insignificante pensión.

También se han realizado dos documentales en torno a su figura  Miroslav Tichy: Worldstar de Natascha Von Kopp (2006) y  Miroslav Tichy: Tarzan Retired, tal como se define el mismo al inicio del documental, dirigido por Roman Buxbaum (2004), os dejo el enlace de este último, vale mucho la pena: 

Y del Tarzán retirado al Tarzán de Argelaguer o también conocido como el hombre de las Cabañas o en Garrell. Josep Pujiula i Vila, nace en Argelaguer (Garrotxa) el 31 de mayo de 1937. Garrell es un tornero metalúrgico retirado, que ha dedicado 45 años de su vida a construir y reconstruir el parque de Can Sis Rals o las Cabañas de Argelaguer. Un parque hecho de madera, con torres de hasta 30 metros, casas, laberintos, además de un sistema de estanques y esculturas.



































Yo tuve la suerte de toparme con el parque allá en el 2009, en el segundo de sus intentos. Ya que por diversas razones, la primera por culpa de los intrusos que desmontaban sus creaciones y la segunda por la autovía de Girona a Olot, Josep ha tenido que desmontar su parque y volverlo a montar.

El descubrimiento de Can Sis Rals fue mágico. Aporto algunas fotos de aquella excursión.






















































Pasó el tiempo y la experiencia en Can Sis Rals seguía ahí, hace poco me enteré que habían hecho un documental sobre su figura y fui corriendo a verlo al D'A. Documental de Jordi Morató (Sobre la Marxa) que recupera gran parte de material found footage de Josep rodado con una cámara de Hi 8 con la ayuda de un vecino suyo. Las películas de Tarzán. 


Después del pase del documental contábamos con la presencia de Garrell. Su vitalidad no se había apagado, seguía más viva aún si cabe. "Lo que he hecho no me lo quita nadie" afirma. A pesar de ser uno de los representantes de arte bruto más importante del mundo, él nunca se consideró artista, solo iba allí a pasar el tiempo, porque le gustaba hacerlo, era su forma de estar bien.

Me quedo pensando en estos dos fenómenos, en su risa, en su energía y sus eternas ganas de jugar y os dejo con una cita de Dubuffet:

"Claro que este arte está loco ¿Qué arte no es loco? Cuando no está loco no es arte".





domingo, 11 de enero de 2015

Evgen Bavcar: fotografiando desde la oscuridad

"En verdad los fotógrafos tradicionales son los que están un poco ciegos a causa del continuo bombardeo de imágenes que reciben constantemente. Yo, a veces les pregunto qué es lo que ven, y, sin embargo, les cuesta trabajo contármelo. Les resulta muy difícil encontrar imágenes genuinas, fuera de los clichés. Es el mundo que está ciego: hay imágenes de más, una especie de polución. Nadie puede ver nada. Es preciso atravesarlas para encontrar la verdaderas imágenes."

Evgen Bavcar, fotógrafo ciego, nacido en la antigua Yugoslavia en 1946














Nace en un pueblo esloveno, cerca de Venecia y debido a dos accidentes consecutivos, pierde totalmente la vista a la edad de once años. Su primera fotografía la toma a los dieciséis, para retratar a la mujer de la que estaba enamorado.

Su método para fotografiar, es colocarse la cámara a la altura de la boca y guiarse de sus manos y las voces de los retratados. 

















































Bavcar sostiene que su fotografía nace de la penumbra, que su hoja en blanco en realidad es negra, como una cámara oscura. "No veo imágenes y sin embargo hago imágenes" dice, porque él fotografía lo que imagina, se trata de la creación de una imagen mental.

Fotografías mentales probablemente más certeras que las que proponía Louis Darget en 1896 con su Photo de la pensée, a base de poner placas fotográfica en la frente. 



















O las que proponía mucho más tarde Ted Serios en el siglo XX años sesenta, las psicografías. Aseguraba que podía proyectar imágenes sobre la película fotográfica. Sentado en la habitación de hotel, en el que trabajaba como camarero, enfoca su rostro con un cámara Polaroïd. Se dispara el flash y el doctor Jule Eisenbud (psquiatra interesado en las creaciones de Ted) inmediatamente coge la cámara y extrae por detrás la fotografía. En ella en lugar del rostro de Serios, aparece la inconfundible imagen de un edificio.













































Hotel Hilton de Denver, 11 de marzo de 1965

Sin entrar a debatir la autenticidad de las imágenes anteriores, ya que como bien dice Joan Fontcuberta en El Beso de Judas "toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera". Estas ficciones parecen conectar con lo intuitivo, con lo inconsciente, con lo onírico. Fotografiar representaciones internas de realidades externas.




















Y como en un sueño, donde se producen caprichosas mutaciones de imágenes encadenadas, termino el post con fotografías del libro "Postais dun sono", de Ruth Thorne Thomsen, autora de la que prometo hablar en otra ocasión.